miércoles, 19 de diciembre de 2012

El Socioterapeuta: Un ayudador en constante presencia en el ingreso hospitalario.

Reme García Padilla
Socioterapeuta. Unidad de Hospitalización de Salud Mental del Adulto


Dentro de las relaciones de ayuda, la Socioterapia es una nueva  terapia alternativa para personas y grupos que en la CMN hemos integrado en el ámbito de la hospitalización. Esta labor queda personificada en el socioterapeuta, que acompaña al paciente en contacto constante durante todo el ingreso.

En la esencia de la Socioterapia existe una visión humanista que se funda en el respeto por la persona que ingresa, el valor como ser humano, la posibilidad de elegir libremente. Se trata de acompañar a la persona a que vivencie cuál es su modo de transitar la experiencia para que reconozca “lo que es” y pueda así luego aceptarlo.

El acompañamiento socioterapéutico se trata de un proceso de aprendizaje psicosocial que tiene en cuenta a la persona y a la relación dinámica de la misma con su entorno. Es socioeducativo porque se educa “para mostrar lo que es posible”, es experiencial porque se fundamenta en la vivencia, es integrativo porque promueve la integración entre lo que se piensa, lo que se siente y lo que se hace, es holístico puesto que se orienta a tener una comprensión total de la persona que abarca su cuerpo, sus pensamientos, sentimientos, su cultura, sus vivencias y expresiones sociales.

El socioterapeuta intenta que la persona resuelva por sí misma sus propios problemas. El profesional se transforma en un facilitador que acompaña la experiencia del paciente durante todo el ingreso. La persona participa, se hace responsable de su propio proceso, de sus elecciones y aprende qué cosas puede realizar por sí sólo y qué recursos externos le son de  utilidad. Este proceso gira alrededor de las necesidades y los recursos con que cuentan las personas para la satisfacción de las mismas. Al mencionar las necesidades nos referimos a la totalidad de ellas: su derecho a trabajar, una vivienda, a estudiar, a disfrutar de su tiempo libre, de estimarse, de valorarse, de sostener a otros y de ser sostenido, de pertenecer, “de sentirse parte de”, de incluirse, de relacionarse, de lograr vínculos satisfactorios, necesidades de trascendencia, de lograr su desarrollo saludable, de crear, de crecer y de tener un proyecto de vida.

También es importante que la persona reciba la orientación sobre los recursos que la comunidad le brinda. El socioterapeuta le permite conocer esta información, del mismo modo facilita que la persona pueda descubrir los recursos dentro de su familia, en sus relaciones, en su ámbito laboral y en los distintos ámbitos de la comunidad donde él participa.

En el proceso de hospitalización la persona ve en sí misma lo que siente, lo que piensa, lo que necesita, con qué recursos internos y externos cuenta y esto  le orienta a tomar decisiones más adecuadas y a “elegir” mejor. Y es que, como apunta Arnol Beisser, “Sólo aceptando lo que somos podremos cambiar”. Sabemos que sólo a partir de ello se produce el cambio y es esta una labor en la que el socioterapeuta participa directamente.

 

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