Socioterapeuta. Unidad de Hospitalización de Salud Mental del Adulto
Dentro de las relaciones de ayuda, la Socioterapia
es una nueva terapia alternativa para
personas y grupos que en la CMN hemos integrado en el ámbito de la
hospitalización. Esta labor queda personificada en el socioterapeuta, que
acompaña al paciente en contacto constante durante todo el ingreso.
En la esencia de la Socioterapia existe una visión humanista que se funda
en el respeto por la persona que ingresa, el valor como ser humano, la
posibilidad de elegir libremente. Se trata de acompañar a la persona a que
vivencie cuál es su modo de transitar la experiencia para que reconozca “lo que
es” y pueda así luego aceptarlo.
El acompañamiento
socioterapéutico se trata de un proceso de aprendizaje psicosocial que
tiene en cuenta a la persona y a la relación dinámica de la misma con su
entorno. Es socioeducativo porque se
educa “para mostrar lo que es posible”, es experiencial
porque se fundamenta en la vivencia, es integrativo
porque promueve la integración entre lo que se piensa, lo que se siente y lo
que se hace, es holístico puesto que se orienta a tener
una comprensión total de la persona que abarca su cuerpo, sus pensamientos,
sentimientos, su cultura, sus vivencias y expresiones sociales.
El socioterapeuta intenta que la persona resuelva por sí misma sus propios
problemas. El profesional se transforma en un facilitador que acompaña la
experiencia del paciente durante todo el ingreso. La persona participa, se hace
responsable de su propio proceso, de sus elecciones y aprende qué cosas puede
realizar por sí sólo y qué recursos externos le son de utilidad. Este proceso gira alrededor de las
necesidades y los recursos con que cuentan las personas para la satisfacción de
las mismas. Al mencionar las necesidades nos referimos a la totalidad de ellas:
su derecho a trabajar, una vivienda, a estudiar, a disfrutar de su tiempo
libre, de estimarse, de valorarse, de sostener a otros y de ser sostenido, de
pertenecer, “de sentirse parte de”, de incluirse, de relacionarse, de lograr
vínculos satisfactorios, necesidades de trascendencia, de lograr su desarrollo
saludable, de crear, de crecer y de tener un proyecto de vida.
También es importante que la persona reciba la orientación sobre los
recursos que la comunidad le brinda. El socioterapeuta le permite conocer esta
información, del mismo modo facilita que la persona pueda descubrir los
recursos dentro de su familia, en sus relaciones, en su ámbito laboral y en los
distintos ámbitos de la comunidad donde él participa.
En el proceso de hospitalización la persona ve en sí misma lo que siente, lo que
piensa, lo que necesita, con qué recursos internos y externos cuenta y
esto le orienta a tomar decisiones más
adecuadas y a “elegir” mejor. Y es que, como apunta Arnol Beisser, “Sólo
aceptando lo que somos podremos cambiar”. Sabemos que sólo a partir de ello se
produce el cambio y es esta una labor en la que el socioterapeuta participa directamente.
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