miércoles, 3 de abril de 2013

POR QUÉ ES IMPORTANTE REALIZAR UNA DETECCIÓN TEMPRANA EN EL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD

Dra. Auxiliadora Javaloyes Sanchís
Psiquiatra infanto-juvenil. Servicio de Salud Mental de Niño y del Adolescente. CMN.

Todos hemos oído hablar de la hiperactividad y seguro que si pensamos un poco, somos capaces de identificar en nuestro entorno cercano a niños y niñas que encajan en el perfil del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad. Los estudios de frecuencia detectan que uno de cada veinte niños va a presentar síntomas de desatención, inquietud psicomotora e impulsividad que son lo suficientemente severos como para repercutir claramente en su funcionamiento académico, familiar y social. Esto supone que en cada clase hay entre uno y dos niños van a necesitar de una evaluación y una intervención especializada para asegurar una buena evolución.
La sintomatología central del trastorno va a aparecer antes de los cuatro años e inicialmente va a manifestarse como una inquietud excesiva que les lleva a correr constantemente, a encaramarse a los sitios, a cambiar constantemente de actividad y a ser incapaces de permanecer sentados para comer o para realizar las tareas escolares. Según van creciendo estos niños y de forma paralela a cómo crece la demanda académica, la falta de atención va haciéndose más patente y lleva siempre a un rendimiento académico por debajo de sus posibilidades. En la edad escolar y en la adolescencia a esta sintomatología, hay que añadir la impulsividad que tiene como principal consecuencia una mayor tasa de conflictos entre iguales, y a una mayor tasa de conductas de riesgo.
En los niños no diagnosticados y que no reciben tratamiento especializado van añadiéndose con el paso del tiempo problemáticas que en algunos casos tienen incluso peores consecuencias que las derivadas directamente de este trastorno. Sabemos que además del fracaso académico y de la alta frecuencia de conductas de riesgo (consumo de tóxicos, accidentes, etc.), tres de cada cuatro niños con este diagnóstico, van también a presentar sintomatología de al menos otro diagnóstico psiquiátrico. Entre los diagnósticos más frecuentes se encuentran el de trastorno de conducta, trastorno de ansiedad y episodios depresivos.
Para evitar que los niños con este diagnóstico crezcan sin recibir la ayuda necesaria es necesario aumentar el conocimiento del que disponen los padres y los profesionales de la educación y de la salud. Además se tiene que disponer de un equipo profesional especializado en la evaluación y la intervención de estos problemas. Es importante que además de contar con un psiquiatra y un psicólogo especializados en niños, se disponga de unos profesionales de la psicopedagogía, la neuropsicología y la terapia familiar para garantizar así que todos los aspectos de la evaluación y del tratamiento están cubiertos.
En la Clínica Mediterránea de Neurociencias apostamos por mejorar la asistencia que se está ofertando a los niños y a las familias con este diagnóstico y para ello, además de realizar de forma regular actividades de formación a padres y profesionales, disponemos de una Consulta especializada en el Trastorno por déficit de atención con hiperactividad que cuenta con un equipo profesional cualificado en este campo.