miércoles, 13 de marzo de 2013

TRASTORNO BIPOLAR EN LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA

El trastorno bipolar es un trastorno mental importante,  que se caracteriza por episodios recurrentes de depresión, manía o  incluso de ambos estados.

Usualmente el Trastorno Bipolar comienza en la edad adulta, aunque ocasionalmente puede presentarse en la adolescencia.

Es una enfermedad con  una clara implicación genética.  Si uno o ambos padres están diagnosticados de Trastorno Bipolar, hay mayor probabilidad que  los hijos desarrollen este trastorno.

El  Trastorno Bipolar puede iniciarse con síntomas  maníacos o depresivos.

SÍNTOMAS MANÍACOS
SÍNTOMAS DE DEPRESIÓN
Humor elevado
Tristeza, llantos frecuentes o labilidad emocional.
Euforia desmedida e injustificada
Estupor depresivo.
Irritabilidad excesiva, o cambios bruscos.
Ideas de suicidio o pensamientos reiterados
sobre la  muerte.
Verborrea o excesivamente hablador (a veces se salta de un tema a otro de forma  precipitada).
Falta de sueño o somnolencia
 
Alteración del sueño (insomnio).
Inquietud psicomotora que puede llegar a la agitación.
Alteraciones del apetito, normalmente
anorexia.
Delirio de grandeza y de omnipotencia
 Irritabilidad
Pensamiento superficial.
 
 Decaimiento psicofísico generalizado.
Falta de horas de sueño
Cuando no es excesivamente aguda, puede
manifestarse por malos  resultados  escolares
o por cambios en la   relación social.


TIPOS

En función de los síntomas, y su intensidad se establecen  distintos tipos:

                 Bipolar I  es la forma de presentación clásica, se caracteriza por fases maniacas  elevadas, que pueden requerir hospitalización, así como por depresiones intensas. Es frecuente que aparezcan cuadros delirantes e incluso  alucinatorios.

                 Bipolar II   Presentan depresiones intensas, pero con fases de euforia moderada, que generalmente no  precisan hospitalización y que se denominan  hipomanía.

                 Ciclotimia consiste en una fluctuación constante del estado de ánimo, con periodos hipomaníacos y con otros depresivos, que no revisten la intensidad  ni duración suficientes para ser considerados como  fase hipomaníacas o depresivas.

Algunos autores consideran a los ciclotímicos como sujetos predispuestos  a desarrollar  el cuadro completo, y son vistos por los demás  como inestables, impredecibles, etc.

 
SEÑALES DE ALERTA.

Suele ser  bastante difícil de  determinar la aparición de síntomas  de Trastorno Bipolar, ya que  en muchas ocasiones suelen solaparse con la sintomatología de otros trastornos, principalmente de TDAH, y el Trastorno Negativista Desafiante.

BIPOLAR- MANÍA
TDAH
Humor elevado o expansivo
NO
Irritabilidad
Frecuente
Sentimiento de Grandiosidad
No
Disminución de la necesidad de dormir
Puede estar presente
Hablador en exceso
Presente.
Fuga de ideas
No
Hiperactividad
Presente
Disfrute en actividades de riesgo
Frecuentemente asociado
Distraibilidad
Presente

 
TRATAMIENTO


El tratamiento del  Trastorno Bipolar   es básicamente farmacológico  y  consiste en la prescripción de ESTABILIZADORES DEL ESTADO DE ÁNIMO O DEL HUMOR. Existen algunos clásicos que han demostrado su eficacia en observaciones clínicas y otros más novedosos que, si bien su eficacia no está tan bien comprobada, presentan menos efectos secundarios.
 1. El más estudiado es el LITIO (Plenur). Su Eficacia para prevenir las recaídas en la manía y la depresión está ampliamente demostrada. Igualmente, se ha visto su eficacia en la prevención del suicidio.

2. El VALPROATO SÓDICO (Depakine). Es uno de los antiepiléticos más utilizados en los Trastornos Bipolares, habiendo demostrado su eficacia como estabilizador del ánimo. En la infancia y adolescencia se utiliza con preferencia al litio. Igualmente, es un medicamento bien tolerado.

3. La CARBAMACEPINA (Tegretol). De igual uso que el anterior. También ha demostrado su eficacia. Normalmente se elige la carbamacepina cuando existen episodios de auto- heteroagresividad asociados al Trastorno Bipolar.

4. El TOPIRAMATO (Topamax). Un nuevo antiepilético que viene demostrado su eficacia, aunque faltan ensayos clínicos controlados en la infancia. Tiene la ventaja frente a los anteriores de que no produce ganancia de peso, aspecto psicológico muy importante en la adolescencia.

También se están utilizando los BLOQUEADORES DE LOS CANALES DEL CALCIO. Parece que actúan como estabilizadores del humor.

 
¿QUÉ HACER?

Como hemos dicho, resulta particularmente difícil  la detección  de estos trastornos, ya que muchos de sus síntomas  se solapan con otras categorías diagnósticas, no obstante,  estos mismos síntomas, deberían hacernos solicitar cita con el centro de Salud Mental de referencia.

Sobre todo deben ponernos en alerta cuadros de irritabilidad importante en los más pequeños, también cambios de humor extremos, así como en adolescentes expresiones de grandiosidad.

El diagnóstico debe ser realizado por los servicios de  Psiquiatría infanto Juvenil de referencia, donde  si  se considera necesario, pautarán  el tratamiento  farmacológico adecuado.

Una vez establecido el diagnóstico y el tratamiento,  y estabilizados los síntomas más importantes, el entorno del niño (familia, educadores, etc.), pueden realizar un trabajo importante  para mejorar  la calidad de vida del menor, así como para reducir en frecuencia e intensidad  la aparición de nuevos  brotes.

 La intervención  debería tener en cuenta los siguientes elementos:

·         Detección temprana de síntomas para evitar recaídas.

·         Adherencia y aceptación  del tratamiento  farmacológico

·         Fomento de hábitos de vida saludable.

·         Importancia del consumo de  sustancias tóxicas

·         Se instruye al paciente y a la familia  en los beneficios de  reducir   el estrés.

 

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